Bibliografía
EL NIÑO QUE AMABA SUS PIES DE PATO
"El hecho de estar implicada en el mundo del arte contemporáneo y las galerías desde 1987 me permitió desarrollar una colección de relatos sobre coleccionistas, galeristas, subastas, críticos de arte, etc. que fueron publicados en la revista ART entre 1998 y 1999. Esta serie -junto al relato El niño que amaba sus pies de pato (1993)- constituye el precedente de algunos de los aspectos de esta novela".
LA REINA DE CARTAGO (2001)
"La reina de Cartago" es un libro de relatos muy vinculado a la novela "El niño que amaba sus pies de pato". Algunos de los personajes de éste vuelven a aparecer allí con el mismo nombre, con la misma identidad (es el caso del galerista Diego), otros son bocetos, versiones anteriores o paralelas (pienso en Susana, Lucas y Anita de "Tirando piedras", todos ellos alter egos de la Marina Albero de "El niño" y de sus hijos Mateo y Alberta).
PAULA DOS PULGARES (2000)
Paula tiene algo que la hace distinta al resto de los niños: tiene un pulgar de más.
No descubrirá su sentido hasta que el destino le arrebate a sus seres más queridos -su padre El Dibujante, su madre, su hermano pequeño y su niñera Dorita-, lanzándola al seno de una familia tan extraña para ella como vulgar: la de sus tíos, los Srs. Todorriesgo, su abuela Geda y su repelente prima Gedita. Pero en casa de sus tíos Paula no estará sola. Un buen día llega un extraño baúl, un baúl lleno de dibujos y de personajes. Entonces, Paula empezará a ejercitar su pulgar...
LOS ÁNGELES VIEJOS
En estos relatos cada unidad pretende abrir un mundo o ámbito muy singularizado, al que el lenguaje no se somete al acotarlo (ya que lo abre); pero, al mismo tiempo, y esta es una peculiaridad del libro, tenemos la sensación de que subyace en sus historias la fuerza de una imagen persistente, en cierto modo previa a la aparición misma de su realidad pautada. Como en el fondo de la singularidad de cada imagen parece como si no pudiéramos liberarnos de la que es común a todas: la de la “pérdida”, o, si se prefiere, la de los ángeles viejos. Es en la pugna entre la fuerza de cada imagen y las leyes estrictas del lenguaje que las hace existir, o que las hace reales, de donde surge la tensión de la obra.
TÉLORA
Télora viene a representar el aspecto engañoso de la realidad; el ejercicio de la mirada que los distintos personajes realizan sobre ella es clave en este conjunto de relatos donde Télora actúa a modo de cordón umbilical. Télora es un espacio, es la voz unificada de un pueblo, es, en sí misma, un personaje.
EL JARDÍN BOTÁNICO
Oriol Pi, uno de los personajes de la novela, sobrevuela el jardín botánico para hacerse una imagen de conjunto, a vista de pájaro. Bajo él, al igual que si bastara inclinarse y tomarla entre las manos, surge una estructura laberíntica, pequeña y complicada. Parece caótica, el sueño de un loco, pero tras una primera mirada se descubre en su trazado un orden minucioso, algo que sólo puede ser obra de un hombre inteligente, profundamente calculador.
ROBAVIENTOS
Ya pasaban cosas extrañas antes de que llegara Robavientos acompañado de Enrique Turpin, los cuales se instalaron en la azotea de tía Merce. Robavientos instaló en la azotea libros, mapas, aparatos, telescopios, pluviómetros...