ROBAVIENTOS
Galería H2O Editorial. Barcelona, 2002
Ya pasaban cosas extrañas antes de que llegara Robavientos acompañado de Enrique Turpin, los cuales se instalaron en la azotea de tía Merce. Robavientos instaló en la azotea libros, mapas, aparatos, telescopios, pluviómetros...
Galería H2O Editorial. Barcelona, 2002
Ya pasaban cosas extrañas antes de que llegara Robavientos acompañado de Enrique Turpin, los cuales se instalaron en la azotea de tía Merce. Robavientos instaló en la azotea libros, mapas, aparatos, telescopios, pluviómetros...
Cuando Miguel y Clara (los sobrinos de tía Merce) conocieron a Robavientos, se preguntaban para qué ponía tantas cosas en la azotea y la respuesta era: para controlar las tormentas, para sembrar nubes, para controlar cómo estaba la atmósfera, pero resultaba que todo empeoraba gracias a los enemigos de Robavientos llamados «La Hermandad». Ellos querían contaminar el mundo y que reinara el calor hasta que todo el mundo muriese. Por eso Robavientos, Enrique Turpin, Clara y Miguel, antes de que sea demasiado tarde, tendrán que descubrir el sitio donde se reune la Hermandad. Pasarán por aventuras, peligros y catástrofes. ¿Conseguirán descubrir dónde se reune la Hermandad y derrotarla?
Miquel (11 años)
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Gutachten Zu Ana Planella, Robavientos
Se ha dicho...
Un buen día, el fotógrafo Olaf Plà Gracia le regaló el "cuento" Robavientos a su madre, Belita. Me dijo que ella era una gran lectora. Esta es la historia del encuentro entre Belita y Robavientos:
He descubierto a una escritora. Se llama Ana Planella. Primero voy a presentarme- como dicen las reglas de urbanidad-, que es lo que hace la gente bien educada. Me llamo Belita Gracia. Vengo de la meseta castellana. Mis tierras de León cambian de decoración según la época. Al final del verano, cuando se han ido las amapolas, el paisaje, que era rojo y verde, y el cielo azulísimo, vuelve a los campos amarillo-dorado, y el cielo sigue azulísimo, y los grillos y las codornices rompen el silencio. De aquí vengo, soy gente corriente, una joven de setenta y muchos años, que llora y que sufre tanto que el cuerpo siente dolor al contemplar el llanto y el dolor de los seres pisoteados y oprimidos por otros seres estúpidos a los cuales no sé quién les dio el poder. Me uno a la gente que grita en la calle NO a la guerra, me quedan lágrimas por los niños mutilados, por los viejos que entierran a sus seres queridos. Mi llanto no tiene fin, pues la injusticia no cesa.
Aquí aparece Robavientos. He leído este cuento escrito por Ana Planella. Mi derecho a vivir mientras sonrío ha sido una revelación. Del libro salen flotando unos deliciosos personajes. No sólo son los hechos, ni los personajes; flota también, como las nubes que tan bien conoce la autora, la gracia, la creatividad, la ternura. Gracias, Ana Planella, por dejarme entrever "la esperanza". Leeré otros libros tuyos para conocer otras facetas.
Ahora me vuelvo con Robavientos. Antes de que se vaya, deseo pedirle que se dé a conocer a los niños: por el cine, por la tele... ¡qué sé yo! Ahora es todo tan feo y pobre... Hasta que él apareció. ¿Serán esos niños hombres mejores? Puede que sí, pues Robavientos es amor y alegría de vivir. Te quiero Robavientos.
La crítica:
Guinart, Belén. “La galería de arte H2O edita libros para jóvenes. Las aventuras de Robavientos, escritas por Ana Planella, abren una colección de literatura infantil y juvenil”. El País. Madrid, domingo 25 de agosto de 2002.
Robavientos es un ser misterioso y fantástico, con varios siglos de vida a sus espaldas y una facultad todavía más sorprendente: provocar tormentas. Con la ayuda de su nieto adoptivo y de otro niño de aguda sensibilidad, deberá embarcarse en una delicada misión para evitar que las fuerzas del mal consigan convertir el planeta en un desierto contaminado. El Parque Guell de Barcelona es el epicentro de las aventuras de estos personajes, protagonistas del libro titulado también Robavientos.
Con él, se estrena la nueva colección de literatura infantil y juvenil La bruna está contenta, que acaba de lanzar la galería de arte H20. La creadora de esta historia de nubes, isóbaras, contaminación, héroes y malvados es la galerista y escritora Ana Planella, responsable de H20 y autora de diversas novelas y libros de relatos. Según ella misma explica, la edición es una ramificación natural de las ac tividades de la galería, y cuenta con la participación de artistas vinculados de algún modo al establecimiento. Así, la imagen de la portada del libro la firma Carmen Cámara, la fotografía de la autora es de Alberto García-Alix y los artistas Keith Adams y Typerware crearon las tipografías con que está escrita la historia.
El objetivo de la colección es dar cabida a originales de calidad que no encajan en los criterios de las editoriales convencionales. Como explica Planella, en H20 se cuida la obra para que pueda tener una larga vida y encontrar su público poco a poco, gracias al boca oreja, sin prisas, sin necesidad de una rentabilidad inmediata. Es el criterio impreso a las otras colecciones lanzadas con anterioridad por la galería.
No hay segundo volumen a la vista para la colección infantil y juvenil. Y es que en H20 se evitan las prisas, todo ocurre a su debido momento y los libros se irán editando a medida que lleguen originales interesantes y se disponga del tiempo necesario para dedicarles. Robavientos es un libro escrito en el año 1999 y ya había sido publicado en su día. Planella, madre de cinco hijos, encontró en ellos la inspiración para construir el esqueleto de algunos de los personajes y, sobre todo, la voz critica que le permitía saber si su relato conectaba o no con sus potenciales lectores.