"Todo, absolutamente todo, puede justificarse racionalmente"
Escritores por la paz. Ediciones Libertarias, Madrid, 1991. En colaboración con Joaquim Ruiz Millet.
"De pequeños saldábamos los problemas a puñetazos, llevando cualquier conflicto al terreno de la confrontación. Escogíamos la única vía; o sea, la más fácil, la más cómoda, la más rentable o la más práctica. Y siempre teníamos razón. O, por lo menos, estábamos convencidos de ello. Soldaditos de plomo situados en el bando de los buenos. Pobres imbéciles, esos desgraciados que quedan entre dos fuegos sin saber que se está de un lado o del otro. “Todos moros o todos cristianos” y así limpiamos un poco el ambiente, hacemos eso que tan de moda se está poniendo: hacemos ecología. Porque en Occidente, y Occidente es ya el Universo, sólo se puede circular por un carril, que es por el que nos dicen que debemos hacerlo. Y esto lo dice tanto el Cuerdo Anacrónico como el Cuerdo Tecnológico (y perdón por el voluntario error ortográfico de la “u”); o sea, todos a través de los que nos apalizan cada día desde cualquier rincón.
Y nos sentimos muy aliviados, sentados en un cómodo tresillo hecho a nuestra medida, dispuestos a contemplar el espectáculo, mientras pensamos que Europa pudo ser el escenario de la misma guerra, en esa época reciente en que pasaban por la televisión esas basuras del holocausto nuclear que nos iba a caer encima.
Y seguro que todo será un sueño y la televisión nos mostrará a los niños (los que quedarán), esos seres tan encantadores e inocentes, jugando entre las ruinas de cualquier disparate.